sábado, 3 de septiembre de 2011

Control social y dominación en México: El problema de la violencia en México.

 En los últimos años se ha visto el desarrollo de la violencia, dentro de sus diferentes vertientes: crimen organizado, narcotráfico, asesinatos, robos, etc. Estos sucesos no han ocurrido simplemente por “la malicia” o la mala o falta de educación de las personas, elementos que tienen relación más no la causa, sino por dos elementos, mencionados por Weber, que se han perdido en la sociedad Mexicana.

El primer elemento es la dominación. Una alterante cuestión es que en estos últimos 30 años en México poco a poco, y lamentablemente, se ha ido perdiendo ese dominio por parte del estado hacia sus ciudadanos. El gobierno, el cual debe de ejercer el ya mencionado elemento, se ha visto encarecido de una acción o acciones para poder regular y controlar el comportamiento de sus ciudadanos, acciones que en estos momentos podrían haber cambiado o habrían cambiado el rumbo social de la Republica Mexicana.
Pero el problema a base de la pérdida de dominación por parte del Estado Mexicano se halla en la pérdida simultánea del “Control Social”. El control social, según Weber, básicamente son los factores, internos (subjetividad, temor al ridículo, temperamento introvertido y evaluación interior)  o externos (poder, tendencias dominantes en las costumbres, creencias de la sociedad, medios masivos de comunicación, humor colectivo y cultura), que influyen sobre las personas para observar las normas. Así, se sabe que el control social se ha perdido cuando las características del Derecho: prevención y represión no se entienden, se olvidan o no se respetan dentro de una sociedad.

Entonces se podría afirmar que los problemas de violencia en México claramente nacen debido a esa actitud irrespetuosa y desinteresada del control y dominación social. También se afirma que el estado mexicano ha sido incompetente a la hora de tomar decisiones respecto al curso social dentro de México, incompetencia que nos ha afectado hasta el núcleo de nuestra vida, no solo en materia de seguridad, también económica, familiar y socialmente que es el marco englobante de la situación.

Es ahora el momento de cambio, es ahora cuando los encargados del Estado Mexicano junto con nosotros sus ciudadanos, nos pongamos a actuar y dejar de ver nada más pasar el tiempo y decir: “pues como aquí no pasa, yo me siento seguro”, nada mas la pregunta va a ser: si no se hace nada ahorita, ¿Qué pasará en el mañana?

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